La orquídea, ¿un placer o un dolor de cabeza?
¿Cómo cuidarlas?
Para que tu orquídea sea un placer y no un dolor de cabeza, lo más fácil es que escojas un género que disfrute de las mismas condiciones ambientales que tú, así no tendrás que hacer modificaciones mayores para que tu orquídea esté contenta.
Las orquídeas son perfectas para decorar o para hacer un regalo especial pero bien es cierto que son plantas muy delicadas y que requieren de cuidados especiales ¡hay que mimarlas!
Por esta razón, es muy normal verlas en el interior de las casas donde es más fácil controlar las condiciones ambientales. Necesitan mucha luz pero poco o nada de sol directo por lo que se debe buscar una ubicación cerca de una ventana con buena orientación y, en caso de que la luz del sol entrara directamente durante alguna hora del día, deberás procurar filtrarla a través de algún visillo que la atenúe.
Es importante que la ventilación de la estancia sea buena. Una habitación cerrada y sin ventilación puede llegar a dañarla. ¡Y mucho ojo con ponerlas junto a fuentes de calor como la calefacción!
Las orquídeas, dependiendo de la zona geográfica donde te encuentres, no deberán ser regadas con agua del grifo dado que esta contiene una alta dureza y cloro que son perjudiciales. Una buena alternativa, es mezclarla con agua de lluvia o con agua filtrada.
Por otro lado, la frecuencia de riego dependerá de la especie y de las condiciones en las que se encuentre pero siempre es muy recomendable ir regándolas poco a poco e ir viendo cómo reacciona. Debéis tener en cuenta que las orquídeas, al igual que la mayoría de las plantas, soportan mucho mejor la falta que el exceso de agua.
Es muy común ver orquídeas con raíces saliendo de sus macetas y flotando en el aire; son las llamadas raíces aéreas.
A algunas personas les encanta su aspecto, mientras que otras las odian. A menudo nos preguntáis si se pueden recortar las raíces aéreas de las orquídeas y la respuesta es que no deben recortarse, ya que forman parte del sistema que utiliza la planta para absorber nutrientes y agua y podría hacer que la planta tuviera problemas o incluso muriera debido a una enfermedad o a la incapacidad de absorber suficiente agua y nutrientes.
¡TRUCO! El color de las raíces aéreas es un buen indicador del estado de riego:
- Cuando estas tienen un color verde, significa que están perfectas.
- Si vemos que se van tornando blancas es un indicador de falta de riego.
- En cambio, si están negras, significa que te has pasado regándolas.
Por otro lado, es recomendable fertilizar las orquídeas durante su período de crecimiento en primavera pero es muy importante no pasarnos con el abono y utilizar uno concreto para este tipo de plantas.
¿Poner la orquídea en una maceta doble?
Esta es una opción popular, ya que muchas orquídeas se mantienen en macetas transparentes que drenan bien para mejorar la luz que llega a las raíces y luego se colocan en una maceta decorativa más grande que no drena. Cuando surjan las raíces aéreas, puede animarlas a crecer por los lados de la maceta transparente y hacia la maceta decorativa. Esto significa que las raíces aéreas deberían permanecer felices y sanas pero no estarán demasiado a la vista para aquellos a los que no os gusten.
Sólo hay que tener cuidado de que las raíces aéreas no acaben en un charco de agua en el fondo de la maceta decorativa. Esto puede evitarse fácilmente drenando muy bien la orquídea después de regarla para asegurarse de que la maceta decorativa permanece razonablemente seca.
¿Por qué están arrugadas las hojas de mi orquídea?
Las causas más comunes de las hojas arrugadas de las orquídeas son la falta de agua, el exceso de agua y los niveles bajos de humedad. Si una orquídea no recibe suficiente agua, las hojas se encogen y se arrugan y tienen un aspecto flácido y arrugado.
Y ¡cuidado! porque quitar una hoja parcialmente dañada puede empeorar las cosas. Ya que la hoja puede seguir siendo bastante funcional, proporcionando energía a la planta y la herida que resultará de quitar la hoja podría poner a la orquídea en mayor riesgo de enfermedad que si dejamos las cosas como están.
¿Qué hacer si se riega en exceso una orquídea?
Lo más importante es reconocer el problema. Si puedes identificar el problema antes de que la orquídea sufra demasiados daños, podrás recuperar la planta.
Lo primero será examinar las raíces de los lados y del fondo de la maceta:
- Si están verdes y firmes, están sanas.
- Si están blandas, marrones o negras, o se están deshaciendo, es muy probable que haya alguna raíz, y es necesario eliminarlas para salvar la planta.
En este último caso, debemos sacar la orquídea de la maceta con cuidado, separando el medio de cultivo de alrededor de las raíces, antes de inspeccionarlas. Todas las raíces afectadas por la podredumbre de la raíz deben ser eliminadas con unas tijeras. Aunque esto reduzca significativamente el volumen de raíces que tiene la planta, ¡es la única manera de dar a la orquídea una oportunidad de sobrevivir!
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